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El ciclo de la confianza personal

La mayoría de personas suele creer que la confianza se eleva llevando más cursos, obteniendo más conocimientos y/o certificados.

Sin embargo, cuando buscan sacar adelante sus proyectos, se dan cuenta que aún sienten temor para emprender. 

Lo que sucede es que existen mitos alrededor de la confianza que evitan que puedan tener una perspectiva adecuada al respecto. 

La Importancia de la Confianza Personal en la Consultoría

La confianza personal es un elemento importante en cada área de nuestra vida, incluyendo la consultoría.

De hecho, en la consultoría, la confianza es fundamental para mantenernos motivados y comprometidos con nuestro negocio.

Influencia también directamente en el tiempo y la dedicación que le dedicamos a nuestro emprendimiento. 

Así como en nuestra percepción sobre nuestras propias habilidades y capacidades como consultores para brindar un servicio de calidad.

Por esa razón es importante desafiar los tres principales mitos de la confianza personal.

Desafiando los mitos de la confianza personal 

Sin embargo, existen algunos mitos en torno a la confianza que es importante desafiar para desarrollar una relación más saludable con este concepto.

Mito 1: La Confianza se Eleva con Más Conocimiento

El primer mito es que la confianza se eleva llevando más cursos, obteniendo mayor conocimiento. 

Pero en realidad, la confianza se fortalece cuando ponemos en práctica los conocimientos que ya tenemos. Es decir, en lugar de aprender algo nuevo, es aplicar lo que ya sabemos.

Aplicarlos genera temor porque requiere ingresar a espacios inciertos, involucrarte en nuevas situaciones en las que no has estado antes. Pero eso es lo que te permite ganar experiencia. 

Y precisamente es la experiencia la que realmente aumenta la confianza.

Piensa, por ejemplo, en algo en lo que te sientas confiado o confiada. Probablemente, ya has hecho antes, ¿verdad? Pero cuando hay un componente nuevo, la confianza baja. 

Por ejemplo, hacer lo mismo, pero en un contexto diferente, ya sea con un tipo de cliente o bajo una modalidad distinta, entonces surge la incertidumbre. 

Y, de pronto, aparece la gran pregunta: ¿podré hacerlo?, ¿estaré a la altura?

Son cuestionamientos normales porque no hemos tenido la experiencia específica en esa situación. Por esa razón, para atravesar ese desafío debemos atrevernos a hacerlo pese a no sentir confianza. 

En esencia, necesitamos actuar pese al temor. Pese a la incertidumbre, necesitamos correr el riesgo y a eso se le denomina coraje.

Y es que si bien en el fondo puede haber una parte de nosotros que considera que lo puede hacer bien, emocionalmente, puede haber una sensación que te paraliza.

Es como una camisa de fuerza invisible, que nos lleva a decir que “no” a esas nuevas oportunidades. 

Algo que nos ayuda, es poder reconocer que la confianza no vendrá por sí sola. Que es el coraje el que nos ayuda a conseguir nuestros objetivos.

Que, en parte, debemos estar dispuestos a fallar. Porque sí, existe una probabilidad, pero el costo de no intentarlo es aún mayor.

Y es que incluso si no sale como esperas, todo va a estar bien, pues eres más que una oportunidad específica. 

Recordarlo te da tranquilidad y te a ayuda a darte cuenta de que la siguiente vez lo harás mejor y que la siguiente vez lo harás aún mejor.

Así como lo has hecho en las demás áreas de tu vida.

Y lo bueno es que no tendrás que hacerlo solo(a). Siempre puedes pedir soporte. Puedes pedir ayuda a lo largo de ese proceso. 

Tener este tipo de pensamientos te ayudarán a decirle que sí a las nuevas oportunidades. 

Y lo bueno es que cuando le das el “sí”, aun sintiendo miedo, puedes dar los pasos para abordar ese servicio, ya sea una capacitación, una consultoría, una asesoría, un taller, etc.

Luego de hacerlo, tendrás más experiencia y en el siguiente proyecto requerirá menos coraje, porque habrá más confianza. 

Cada vez que crezcas debes recordar es que habrá una combinación de coraje y de confianza y esa es una buena señal.

Mito 2: La Confianza tiene un Desarrollo Lineal 

El segundo mito es que la confianza se desarrolla, por lo que la meta es desarrollarla cada vez más. 

La verdad es que la confianza es cíclica, por momentos está arriba y por momentos baja. 

Esos movimientos son naturales porque la confianza fluctúa en base a lo que ocurre en nuestra vida y en base a cómo percibimos lo que ocurre en nuestra vida. 

Por esa razón, el objetivo no es tener siempre la confianza elevada, es construir una mejor relación con nosotros mismos en los momentos en los que nuestra confianza se encuentra baja. 

Y es que si nos juzgamos y decimos cosas como “otra vez lo mismo”, “¿por qué no puedo hacerlo?”, “¿por qué siempre me pongo así?” Sólo deteriorará más nuestra confianza. 

Debemos aceptar que es natural sentir la confianza baja por momentos. 

Es mejor aceptar que hemos experimentado un pequeño o mediano golpe a la confianza y así como ahora está baja, ya volverá a subir. 

Si nos negamos o nos juzgamos, es probable que por tratar de recuperar rápidamente la confianza, tomemos decisiones que tengan un impacto negativo en el mediano o largo plazo. 

Mirarnos con amabilidad, sin crítica, ayuda a procesar las emociones y recuperar poco a poco la confianza.

Mito 3: La Confianza está Atada a Resultados Específicos

El tercer mito es si tan sólo hubiera conseguido el resultado que esperaba, entonces sentiría más confianza. O si tan sólo hubiera terminado lo que me propuse en el día me sentiría mejor. 

A esto le llamo la trampa de la productividad y consiste en creer que cuando logremos un objetivo específico o cuando terminemos una tarea específica, entonces nos sentiremos satisfechos con nuestro progreso. 

La verdad es que todos los días de nuestra vida habrán cosas que sí hicimos y cosas que no hicimos. 

Cosas que sí logramos y cosas que no logramos, cosas que salieron bien y cosas que no salieron bien. 

Si durante el día o al terminar el día pensamos sólo en lo que no hicimos o lo que no logramos, entonces nos sentiremos culpables y nos costará tener un buen descanso.

Y además, al despertar sentiremos ansiedad por todo lo que nos falta por hacer, porque sentiremos que el día anterior no fue provechoso. 

Entonces debemos hacer más este nuevo día, pero al sentir que el tiempo no nos alcanza, no sabremos por dónde empezar. 

Eso nos abruma, nos confundirá y hará que nuestra confianza baje. Y cuando nuestra confianza baja, aumentan los cuestionamientos. 

Puede ser cuestionamientos, como por ejemplo “¿por qué no lo hice ayer?” o algo como, “¿por qué no hago las cosas bien?” o, “¿qué he hecho durante todo este tiempo?”. 

Incluso podemos cuestionarnos “¿por qué soy así?”. 

Es decir, empezamos a cuestionar nuestros resultados. Luego cuestionamos nuestras acciones y finalmente nos cuestionamos a nosotros mismos. 

Como puedes imaginar, esto nos lleva a procrastinar, lo cual alimenta más el ciclo. ¿Qué hacer entonces? 

Antes de pensar en lo que nos falta, pensemos en lo que sí tenemos, en lo que sí hemos logrado, en lo que sí hemos hecho.

Victorias le llamo yo. Ya sean pequeñas, medianas o grandes. 

Si al terminar el día o durante el día, cuando surge una sensación de estancamiento, o cuando toque evaluar el día, te preguntas, “¿qué si hice bien?”. 

Y, si necesitas, lo preguntas dos veces, porque la mente rápidamente puede decir “nada” o “muy poco”, entonces podrás empezar a identificar tus victorias. 

¿Por qué es tan importante hacer esto? Porque cuando identificas que sí, hay cosas que hiciste bien en el día, entonces, en lugar de sentir culpa, sentirás satisfacción. 

Con eso no sólo tendrás un mejor descanso, sino que empezarás el día con mayor calma. Esa calma te permite ver con claridad lo que está pendiente.

De esta forma reducirás la ansiedad y aumentarás tu confianza personal. 

Con esa confianza y coraje puedes ir ejecutando las acciones que tienes en mente, lo cual a su vez, te da una sensación de progreso y alimenta así este nuevo ciclo de confianza.

Estrategias para Cultivar la Confianza Personal

Entonces, ¿cómo podemos cultivar una relación más saludable con la confianza y utilizarla como motor para nuestro crecimiento personal y profesional?

1. Practica el Coraje

Atreverse a enfrentar situaciones nuevas y desafiantes, incluso cuando experimentamos temor o duda, es fundamental para adquirir experiencia y fortalecer nuestra confianza.

2. Reconoce tus Victorias

Identifica y celebra tus logros diarios, por pequeños que sean, para cultivar un sentido de satisfacción y progreso constante.

3. Sé Amable Contigo Mismo

En los momentos de baja confianza, practica la autoaceptación y la compasión hacia ti mismo en lugar de juzgarte o criticarte.

4. Desafía tus Pensamientos Negativos

Cuestiona y contrarresta los pensamientos autodestructivos con pensamientos realistas y estabilizadores que te impulsen hacia adelante.

5. Busca Apoyo

No tengas miedo de pedir ayuda o apoyo cuando lo necesites. La conexión con otros puede ser una fuente invaluable de fortaleza y confianza.

Conclusión

En resumen, el ciclo de la confianza es un proceso dinámico que influye en todos los aspectos de nuestras vidas. 

Desafiando los mitos y practicando estrategias efectivas para cultivar la confianza, podemos avanzar con valentía y seguridad hacia nuestro crecimiento personal y profesional. 

Recuerda, cada paso que das hacia adelante, por pequeño que sea, te acerca un poco más a la mejor versión de ti mismo.

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